Están, a nuestro entender, en un pequeño error los que creen que es suficiente autodenominarse de oposición, acudir exclusivamente a las marchas, que son muy importantes para enfrentar con éxito el militarismo, las ideas vetustas y los proyectos faraónicos de dominación continental. Es necesario algo más, es muy bueno que creemos en nosotros, en nuestros valores, ideas y principios, requisitos básicos para que continuemos la lucha. Sí estos fueran suficientes ya hubiéramos ganado y no lo hemos logrado a pesar de nuestros evidentes esfuerzos.
Es por que aspiramos acercarnos cada vez más a la verdad, que intentamos comprender lo esencial del fenómeno político actual, aunque no lo logremos al cien por ciento. Es por eso que procuramos encontrar la mejor respuesta a tan compleja situación, es por ello que no cerramos a priori ninguna puerta, ni desdeñamos alternativas probables de solución, por descabelladas que parezcan inicialmente. Es por lo que intentamos movernos en todos los escenarios posibles y procuramos encontrar el mayor número de salidas a ellos. Es por que no queremos ser iguales a los que combatimos que intentamos diferenciarnos de sus métodos y acciones.
Ciertamente creemos en la respuesta inteligente, la salida negociada, la mejor propuesta, Siempre quisiéramos ascender la cuesta por el camino más fácil, con el menor gasto de energías y perdida de vidas, pero reconocemos las diferencias, respetamos al otro, admitimos que el contrario también juega y puede ganar. Y estamos suficientemente claros que no siempre será sencillo, que la ruta puede está plagado de obstáculos y dolor, que hay preparase para ello. Que puede resultar compleja la solución y que a veces tenemos que admitir la razón de la mayoría aunque creamos que es una sin razón.
Cuando observamos las obras de numerosos creadores y artistas: Rafael, Leonardo, Picasso, Rubens, Dalí, Reverón, Borges, etc. Nos es difícil, aunque para otros resulte tan obvio, decidir cual es el mejor concepto de belleza, determinar cual es la mejor obra de arte o sí alguna de ellas lo son. Cuando contrastamos los debates a veces infinitos de pensadores y filósofos antiguos y modernos, no los despreciamos por el error de concepto que a nuestro pobre entender tienen, sino que intentamos aprender de ellos y gracias a ellos llegar a una mayor comprensión del quehacer humano.
Quisiéramos, tener todas las respuestas, haber encontrado el nirvana, acceder a la verdad revelada, pero en estos difíciles y casi infinitos ocho años, y que por ahora, lamentablemente se le agregan seis más, no ha sido fácil encontrar el camino correcto y no se puede negar que los hemos intentado con valor, sudor, lagrimas y sangre. Que hemos intentado sin descanso salir del atolladero en que la incapacidad, corrupción y miopía de una clase política que habiendo tenido todas las posibilidades de gobernar y gerenciar un país, con una pequeña población, abundantes riquezas naturales, una excelente ubicación y un mejor clima, no supieron hacerlo y posibilitaron con sus desaciertos y errores que algo peor de lo que ellos fueron y representaron. Accediera al poder.
Siempre es más fácil, criticar a aquellos que siendo dirigentes de la oposición, lideres de la resistencia y la lucha democrática a lo largo de este penoso periodo, no atinaron a encontrar las salidas inteligentes, las respuestas adecuadas y que nos han llevado de fracaso en fracaso a la luz de resultados objetivos. Por eso, es que se da está lucha fraticida y suicida, que no deja títeres con cabeza, que practica la autoflagelación y la crítica destructiva, que ve permanentemente el enemigo en sus propias filas, que le es más sencillo macerar y golpear al aliado que intentar construir coincidencias para enfrentar con éxito al contrario. Y es mucho más fácil está actitud, si no se es capaz de construir la alternativa correcta, de demostrar con la fuerza de los hechos y las ideas que se tiene la razón
Ciertamente hay que acerar la crítica, combatir el error, denunciar la inconsecuencia con las ideas y principios, pero por favor es inaceptable votar por el contrario para demostrar que tenemos la razón, favorecer con nuestras estrategias la fortaleza del enemigo y propiciar la debilidad del aliado. Y de continuar con está actitud, con este juego, con estas estrategias y conductas será mas largo y penosa encontrar la solución.
Claro, reconocemos nuestra animalidad, nuestra herencia biológica, el ser producto, origen evolutivo del mono. Tal vez allí está nuestra limitación básica, no ser dioses como otros. Y es bueno que nos los recuerden permanentemente, por que será desde allí, de nuestra condición humana, de nuestra capacidad de aprender de los errores cometidos, lamentablemente del ensayo y el error, de la posibilidad de conocer, aplicar, adaptar formulas exitosas de otras experiencias históricas y humanas, de aceptar nuestras debilidades y fortalezas, de reconocer al otro que podremos encontrar las respuestas y estrategias adecuadas y hasta posiblemente seamos capaces de convencer en el proceso a aquellos que desafortunadamente hoy no están con nosotros.
Partimos de la premisa, por ahora, que no somos la mayoría, pero que si trabajamos, cometemos menos errores y aprendemos a superarlos, sí desarrollamos mejores propuestas no sólo podremos salir de Chávez, con el menor costo posible y deseable, sino que incluso seremos capaces de romper de manera definitiva con el espiral de fracasos que ha caracterizado, desafortunadamente, nuestra historia contemporánea.
Ángel Cacique. Caracas 20 -12 -2006