Para amigos y familiares
A partir de los desafueros y desatinos judiciales a los que nos tiene acostumbrado el régimen anunciaste que la mejor manera de actuar era quemar en acto público tus títulos académicos, los libros de derecho. Pero, de la ira y la indignación pasaste rápidamente a la acción, hay que promover una Ley de Amnistía por iniciativa popular, hay que intentar nuevos caminos para lograr la libertad del inocente. Pero, lamentablemente los buenos también mueren y a veces los malos ganan.
Nos demostraste que el espíritu de la ley era inquebrantable, que la diosa de la justicia aunque ciega era correcta e imparcial, que algunas decisiones por no ser ajustadas a ella eran perecederas y rápidamente olvidadas, que la historia recordaría con vergüenza e indignación libelos provenientes de mentes inteligentes y formadas, pero lamentablemente al servicio de proyectos políticos desfasados y atávicos, de mesianismos y caudillos.
Quien recuerda hoy las decisiones de los tribunales Estalinistas, de la jurisprudencia Fascista, que quedo del espíritu de la ley Gomecista, pero no sólo no las recordamos por que perdieron la guerra fratricida o fueron barridos por la historia, aunque lamentablemente sus precedentes están allí, vigentes en mentes sumisas al caudillo carismático, muchos fueron los injustamente condenados y esos jueces disfrutaron de un efímero poder.
No recordamos tan oprobiosos precedentes judiciales, porque la humanidad avanzo, por que la sensatez y la inteligencia al final se impusieron. Pero, también gracias a abogados que como tu, fieles a sus principios, estudiosos, al servicio del ciudadano y la ley, pelearon desde el tribunal, desde la calle con convicción y pudieron demostrar ajustados al derecho la verdad de su razón. Gracias a ti, por que siempre habrá esperanzas y confianza en que el bien y la justicia ganaran, pero, por supuesto siempre habrá que ayudarla y trabajar para que pueda lograrse y tú siempre lo intentaste, no te diste por vencido. No colgaste los guantes, la toga y el birrete. Gracias y hasta luego.
“Si buscamos en el infinito las respuestas que en el presente
No podemos, ni sabemos encontrar
Y no es, que sea incorrecto esperarlas.
Sí esperamos que otros resuelvan los problemas
Que la vida nos plantea y no intentamos buscarles solución
Y no es, que no sea valido y prudente no hacerlo.
Pero, sí no hacemos lo que nos toca
Para construir soluciones, aunque erremos intentándolo.
Probablemente,
Los que actúen y hagan serán
Los que decidan
Cuales son las respuestas y los caminos que debemos encontrar
Y no importara
Sí estamos de acuerdo con ellos o no.
Qué tan correctos son o no
En todo caso nos tocará en algún momento
Buscar respuestas, construir nuevos caminos
Si aspiramos luchar por la verdad
Y defender nuestra razón
Si es así, entonces que esperas
Para actuar, para vivir
Para soñar.”
Gente de Pueblo. Caracas 29 – 12 -2006
A partir de los desafueros y desatinos judiciales a los que nos tiene acostumbrado el régimen anunciaste que la mejor manera de actuar era quemar en acto público tus títulos académicos, los libros de derecho. Pero, de la ira y la indignación pasaste rápidamente a la acción, hay que promover una Ley de Amnistía por iniciativa popular, hay que intentar nuevos caminos para lograr la libertad del inocente. Pero, lamentablemente los buenos también mueren y a veces los malos ganan.
Nos demostraste que el espíritu de la ley era inquebrantable, que la diosa de la justicia aunque ciega era correcta e imparcial, que algunas decisiones por no ser ajustadas a ella eran perecederas y rápidamente olvidadas, que la historia recordaría con vergüenza e indignación libelos provenientes de mentes inteligentes y formadas, pero lamentablemente al servicio de proyectos políticos desfasados y atávicos, de mesianismos y caudillos.
Quien recuerda hoy las decisiones de los tribunales Estalinistas, de la jurisprudencia Fascista, que quedo del espíritu de la ley Gomecista, pero no sólo no las recordamos por que perdieron la guerra fratricida o fueron barridos por la historia, aunque lamentablemente sus precedentes están allí, vigentes en mentes sumisas al caudillo carismático, muchos fueron los injustamente condenados y esos jueces disfrutaron de un efímero poder.
No recordamos tan oprobiosos precedentes judiciales, porque la humanidad avanzo, por que la sensatez y la inteligencia al final se impusieron. Pero, también gracias a abogados que como tu, fieles a sus principios, estudiosos, al servicio del ciudadano y la ley, pelearon desde el tribunal, desde la calle con convicción y pudieron demostrar ajustados al derecho la verdad de su razón. Gracias a ti, por que siempre habrá esperanzas y confianza en que el bien y la justicia ganaran, pero, por supuesto siempre habrá que ayudarla y trabajar para que pueda lograrse y tú siempre lo intentaste, no te diste por vencido. No colgaste los guantes, la toga y el birrete. Gracias y hasta luego.
“Si buscamos en el infinito las respuestas que en el presente
No podemos, ni sabemos encontrar
Y no es, que sea incorrecto esperarlas.
Sí esperamos que otros resuelvan los problemas
Que la vida nos plantea y no intentamos buscarles solución
Y no es, que no sea valido y prudente no hacerlo.
Pero, sí no hacemos lo que nos toca
Para construir soluciones, aunque erremos intentándolo.
Probablemente,
Los que actúen y hagan serán
Los que decidan
Cuales son las respuestas y los caminos que debemos encontrar
Y no importara
Sí estamos de acuerdo con ellos o no.
Qué tan correctos son o no
En todo caso nos tocará en algún momento
Buscar respuestas, construir nuevos caminos
Si aspiramos luchar por la verdad
Y defender nuestra razón
Si es así, entonces que esperas
Para actuar, para vivir
Para soñar.”
Gente de Pueblo. Caracas 29 – 12 -2006